¿Por qué gruñe mi perro cuando juega?
Por: Equipo Edupet Santiago
Nuestros perros utilizan diversas vías para comunicarse, y una de ellas es mediante las vocalizaciones. Los perros emiten muchos tipos de vocalizaciones, entre ellas ladridos, aullidos gemidos y gruñidos, las cuales tienen distinto significado dependiendo del contexto en el cual se desarrollan. En el caso del gruñido, que por lo general asociamos a una señal de incomodidad frente a una situación o advertencia previa a la agresión, también es común de observar en otras situaciones, por ejemplo cuando juegan con otros perros, o cuando juegan con nosotros e incluso frente a algunas situaciones placenteras como cuando los masajeamos o acariciamos. Entonces, ¿qué significa que un perro gruña en el contexto lúdico de juego?
Para poder entender este fenómeno, es necesario recordar la naturaleza social de nuestros compañeros peludos, donde el juego cumple un rol muy importante, sobretodo en las etapas tempranas del desarrollo, ya que gracias a las sesiones de juego el perro aprende a relacionarse con los demás y a pulir sus habilidades sociales, tanto de comprensión de sus conespecíficos, como de autorregulación emocional. El juego consiste en una secuencia desordenada de una serie de conductas tanto de invitación al juego (donde podemos observar la típica “reverencia de juego”), como de persecuciones, empujones, mordiscos leves, manotazos, ladridos, gruñidos, etc, donde todo está permitido siempre y cuando se respeten los límites sociales del otro, y no escale hasta generar conflictos. Por lo tanto, es perfectamente normal que el gruñido pueda aparecer en este contexto, donde significa que nuestro perro está contento y disfrutando del juego, e incluso como una forma de animar al otro a seguir jugando. Por otro lado, este “gruñido lúdico” también puede aparecer cuando jugamos con ellos, sobretodo con juguetes tipo mordedor o de cuerda, donde la idea es entrar en una “lucha de tira y afloja” y que algunas veces ganarán ellos, y otras veces ganaremos nosotros. Como este tipo de juego es muy motivante y entretenido para nuestros peludos, es muy probable que gruñan durante el proceso, que sólo tendrá el significado de motivación y entusiasmo.
Para diferenciar el gruñido de juego, de uno de advertencia, debemos fijarnos principalmente en dos cosas: por lo general el gruñido lúdico es un poco más agudo y más corto, mientras que el gruñido de advertencia es más grave y de mayor duración. Y segundo, debemos recordar que nuestros perros no sólo se comunican por una sola vía la vez, de hecho, para despejar dudas en su comunicación, siempre se acompañan de una serie de posturas faciales y corporales para transmitir su intención o estado emocional. En este sentido, mientras el gruñido se mantenga dentro del contexto de juego, veremos a nuestro peludo con el cuerpo, cola y rostro relajados, realizando la reverencia de juego, tumbado en el suelo, etc .
Como mencionamos anteriormente, algunas veces el juego puede escalar a la agresión entre perros, cuando se vuelve muy intenso, o si uno de los peludos comienza a intimidar al otro, entonces ¿Cuándo debo estar atento?. Si vemos que el gruñido comienza a ponerse grave, el cuerpo y cola se tensan, la mirada se vuelve fija o evitan el contacto visual directo, aparece pilo-erección e incluso exhibe los dientes, podemos darnos cuenta que el gruñido es de advertencia o amenaza, y quiere decir que alguno de los participantes en el juego no lo está disfrutando. Este es un buen momento para intervenir en la situación, llamando o distrayendo a nuestros peludos de manera calmada, pero jamás sancionarlos o retarlos, ya que de cualquier manera el gruñido es una señal de comunicación muy valiosa que en esta situación transmite un mensaje muy claro que es “aléjate de mí, no quiero escalar en el conflicto”. Si constantemente castigamos o sancionamos el gruñido, nuestro perro aprenderá a no gruñir y pasará directamente a la próxima etapa sin advertencia previa, que es la mordida. La comunicación es importante en todas las relaciones y nunca debemos castigar a alguien (humano u otra especie), por tratar de comunicarnos cómo se siente!. Y por último, si consideras que el contexto en el cual tu perro gruñe o exhibe señales de advertencia/amenaza no es el adecuado, busca ayuda en tu Médic@ Veterinari@ Etólog@ de confianza, quien te guiará de la mejor manera para comprender a tu mejor amigo peludo.