Las mascotas no son regalos de Navidad
Por: Equipo Edupet Santiago
Es muy frecuente escuchar en ésta fechas a personas fomentando la compra o adopción de animales con la finalidad de regalarlos para la Navidad. Según la Fundación Affinity de España, más del 30% de perros y gatos llegaron a sus hogares como regalos. Si bien, es necesario que muchos más animales sean adoptados y encuentren un hogar definitivo, es erróneo clasificarlos como “regalos”, dado que por un lado los encasillamos como objetos (los objetos se pueden regalar, no así los seres vivos), y, por otro lado, la incorporación de un animal de compañía en una familia debe ser un acto discutido y consensuado por los integrantes de esa familia, no sólo una entusiasta idea de quién regala a la mascota.
La adopción (o compra) de un perro puede significar un positivo cambio de vida, sin embargo, antes de tomar la decisión, se deben considerar una serie de factores muy relevantes:
1 - Previo a la incorporación de una mascota en una familia, los futuros propietarios deben responderse varias preguntas tales como: ¿tendré tiempo suficiente para entregar a mi perro?, ¿tendré dinero suficiente para cubrir los gastos veterinarios, de alimentación, de enriquecimiento ambiental que requerirá?, ¿tendré posibilidad de dejarlo al cuidado de otro cuando estoy de vacaciones o debo ausentarme de mi hogar?, entre otras. Y, todos los integrantes de la familia deben estar de acuerdo y motivados en recibir este nuevo integrante, de manera de lograr participación de cada uno, en el cuidado y educación del perro. Cuando un perro se recibe como regalo no existe la posibilidad de discutir estos temas relevantes en familia.
2 - Los perros (y las mascotas en general) están aumentando sus expectativas de vida, gracias a los avances de la medicina veterinaria y también, a los mayores cuidados por parte de familias responsables. ¡Pueden vivir hasta 20 años o más!, así, estos animales de compañía pueden ser nuestros compañeros por muchos años, durante todos los cuáles necesitan de nuestros cuidados y atención permanente.
3 - Los perros expresan emociones tales como alegría, miedo, frustración, enojo… Es fundamental comprender, que al igual que las personas, es imposible que los perros constantemente manifiesten sólo alegría y busquen nuestro contacto de forma positiva: no son objetos. Lo importante es que como responsables de un perro otorguemos herramientas para que ellos puedan satisfacer sus necesidades y de esa manera, potenciar la expresión de estados emocionales positivos, pero no pretender que los animales nunca varíen su comportamiento, porque ello llevará a frustración y al no cumplimiento de las expectativas de los propietarios, lo que puede romper el vínculo entre personas y animales.
4 - El incorporar un perro en nuestra familia es un compromiso de por vida y tenemos la obligación de resguardar la salud física y mental del animal, así como de preocuparnos de no provocar molestias o daños a otros animales o personas.