Beneficios del vínculo entre niños y perros
Por: Equipo Edupet Santiago
Los perros de compañía aportan diversos beneficios al hombre, los que se pueden clasificar en:
- Beneficios físicos
- Beneficios psicológicos
- Beneficios sociales
Dentro de los beneficios físicos se describe que los animales:
- Aceleran la recuperación de enfermedades (es por ello que algunos hospitales en países desarrollados permiten que los niños hospitalizados sean visitados por sus mascotas)
- Aumentan la realización de ejercicios y actividad al aire libre
- Mejoran el equilibrio, la coordinación, la motricidad, la fortaleza muscular y la postura
- Estimulan la liberación de endorfinas
- Reducen la presión sanguínea
- Disminuyen los niveles de estrés
Los beneficios psicológicos se pueden resumir en que:
- Mejoran la autoestima y sensación de seguridad en sí mismo
- Mejoran el sentido de responsabilidad y cuidado del otro
- Estimulan la expresión emocional
- Disminuyen la sensación de soledad
- Generan sentimientos de alegría
Y dentro de los beneficios sociales se describe que:
- Facilitan la comunicación
- Facilitan la interacción social
- Facilitan la socialización entre niños pequeños y sus compañeros o sus padres
Además de los beneficios físicos, psicológicos y sociales, los perros son un fuerte estímulo capaz de influir positivamente en el desarrollo escolar, específicamente en la dicción y el lenguaje, la atención y concentración y el sentido de la responsabilidad.
Todas las ventajas descritas se pueden aprovechar y potenciar si nuestra mascota es cuidada, educada y se protege su bienestar.
Se debe considerar que en una interacción entre niños y perros es muy importante también la educación que recibe el niño en cuanto al respeto por los animales y en la satisfacción de las necesidades físicas y mentales de los perros, las que en ocasiones pueden ser distintas a los intereses de los niños. Así, es fundamental que los padres y responsables de los niños den el ejemplo a sus hijos, preocupándose del bienestar de los integrantes animales de la familia: acudiendo de manera preventiva al médico veterinario, entregando una alimentación sana y balanceada, otorgando espacios de esparcimiento a la mascota, reconociendo sus emociones, en definitiva incluyéndolo como un miembro más de la familia.
También, enseñen, de forma benevolente, límites en las interacciones tanto a los niños como a los perros.
Estimular la tenencia responsable y la empatía con los animales es tarea de los adultos. Potenciando estas habilidades logramos una interacción humano-animal armoniosa y un bienestar bidireccional.