Perros famosos de la historia
Por: Equipo Edupet Santiago
Los perros llevan junto a nosotros decenas de miles de años. Son nuestros grandes amigos y compañeros, y se caracterizan por una lealtad, valentía y nobleza inigualables. A continuación, hemos querido recordar algunos de los perros más célebres que han existido a lo largo de la historia, y dejar registro de sus hazañas.
Laika, la primera astronauta
Laika era una mestiza que fue rescatada de las calles de Moscú para ser entrenada y seleccionada para el programa espacial gracias a su carácter dócil e inteligente. En noviembre de 1957 despegó a bordo de la nave espacial Sputnik-2, y fue el primer ser vivo en el espacio. Lamentablemente, Laika murió a las pocas horas del despegue por sobrecalentamiento, al no estar debidamente desarrollados los sistemas de protección térmica. Su misión sentó las bases para mejorar las condiciones de vuelo para las siguientes naves espaciales. Los “perros del espacio” son un símbolo de la lucha por los derechos de los animales, ya que durante estos experimentos no se tomaron las medidas correspondientes ni se consideró el bienestar animal como base fundamental de los estudios. El 11 de abril de 2008, se develó un monumento en honor a Laika en Moscú. También existen canciones en su honor.
Balto y Togo, los héroes de Alaska
La historia de Balto ocurrió en el invierno de 1925, cuando estalló una epidemia de difteria en Nome, una remota aldea de Alaska. Los hospitales no daban abasto y necesitaban urgentemente la antitoxina diftérica. No había manera de conseguir la medicina por mar ni por aire debido al duro clima, y la única solución fue ir a buscar el medicamento en trineos guiados por perros en una misión llamada la Gran Carrera de la Misericordia. Balto y Togo fueron los principales guías de este recorrido de más de 1600 kilómetros, azotados por ventiscas y temperaturas inferiores a -30º C. Balto y el equipo canino son considerados héroes de la medicina al haber transportado el cargamento que le salvó la vida a toda una aldea. Existe una estatua en honor a Balto en Central Park, en Nueva York, con una inscripción que dice "Resistencia, Fidelidad, Inteligencia". También existen muchas películas en honor a su historia.
Rin Tin Tin, el perro que casi ganó un Óscar
Rinty fue un Pastor Alemán rescatado en Francia a finales de la primera guerra mundial cuando aún era un cachorro. El soldado que lo salvó se dedicó a entrenarlo y descubrió que tenía un gran talento e inteligencia. Pronto después de llegar a E.E.U.U. entró al mundo del cine, donde lo apodaron Rin Tin Tin. Protagonizó más de 20 películas y salvó al estudio Warner Brothers de la bancarrota durante la crisis económica. Desde entonces, se creó la saga de Rin Tin Tin, y sus descendientes se encargaron de continuarla, durando muchas décadas. Rinty murió en 1932 y generó conmoción nacional. Este perro fue mundialmente famoso y su huella está en el Paseo de la Fama de Hollywood. Se dice que llegó a ser el más votado para el Oscar en 1929, pero la Academia no lo aceptó, al determinar que sólo actores humanos podían participar.
Hachiko, el amigo más fiel
Esta es una de las historias más emotivas conocidas. A principios de 1924, este Akita fue adoptado por un profesor universitario de Tokio, el doctor Ueno. Tenían un vínculo único, y todos los días Hachi acompañaba al profesor a la estación de trenes de Shibuya donde tomaba el tren para ir a trabajar, y ahí lo esperaba pacientemente hasta su regreso. En mayo de 1925, el querido profesor falleció repentinamente mientras daba clases en la universidad. Al no verlo regresar, su fiel amigo lo esperó frente en la estación durante casi diez años, y jamás aceptó que se lo llevaran de ahí. Hachi era muy conocido y querido por la gente de la estación, quienes lo alimentaban y cuidaban. Ahí se ganó el apodo de “Hachiko” (“ko” significa leal), y por su lealtad los habitantes de Shibuya erigieron una estatua en su honor, la cual fue colocada justo frente a la estación. En marzo de 1935, Hachi falleció. Su triste y bella historia fue llevada al cine y es una de las historias más conocidas en la cultura popular.
Sargento Stubby, el militar con más medallas
El “Sargento Rechonchito” fue el perro más condecorado de la Primera Guerra Mundial y el único en recibir el grado de sargento gracias a sus increíbles méritos. Era un perrito vagabundo de Yale que fue rescatado por un soldado durante su entrenamiento, y cuando tuvo que partir a combate, se lo llevó con él. Stubby participó en múltiples ofensivas y batallas, y fue herido varias veces. Tenía un sentido del olfato, oído e inteligencia inigualables. Rescataba a los soldados heridos, y aprendió a alertar a su regimiento de los ataques con gas mostaza, salvando innumerables vidas. También descubrió a un espía alemán, y por supuesto, era el principal responsable de levantar la moral de los soldados con su carácter simpático y alegre. Tenía tantas medallas, que le hicieron un abrigo de gamuza donde se las colocaron. De vuelta a casa, sus hazañas fueron noticia y Stubby se convirtió en una celebridad. Incluso recibió la medalla de oro de la Humane Society of the United States. Stubby murió mientras dormía en 1926, pero su legado vive hasta el día de hoy. Existen múltiples libros, exposiciones, y una película basada en su vida. También hay una placa conmemorativa en Kansas: "Sargento Stubby, héroe canino de la I Guerra Mundial. Un vagabundo valiente”.
Menciones honrosas
Peritas, el perro de Alejandro Magno: lo defendió del ataque de un elefante, salvando su vida. Peps, el perro de Richard Wagner: según la reacción del perro, Wagner aprobaba o eliminaba sus composiciones. Jofi, la perra de Sigmund Freud: le ayudaba a identificar el estado de ánimo de sus pacientes durante las sesiones. Lampo, el perro italiano que sabía viajar en tren: famoso por sus múltiples viajes y excelente orientación. Lassie: Aunque no es una perra real, sus aventuras quedaron grabadas en los corazones de todos los niños de mediados del siglo XX.